Las largas horas de exposición solar, la sal, el cloro, los cambios de dieta y rutina de sueño pueden hacer estragos en tu piel. Te damos unos consejos para que recuperes tu piel tras el verano.
Consejos para reparar tu piel después del verano
Prevención
Prevenir es el primer paso para que, cuando acabe el verano, tu piel no quede dañada. Usar protector solar a diario es el mejor aliado para una piel radiante todo el año. Ayuda a evitar manchas, arrugas y combate el daño producido por los radicales libres. Descubre los mejores protectores solares
Limpieza facial en profundidad
Eliminar los restos de maquillaje, protector solar, cremas de manera eficiente permite tener una piel receptiva a otros tratamientos y que estos sean más eficaces. Lo ideal es realizar una doble limpieza para asegurarnos que no quedan restos y los activos de nuestra rutina penetran adecuadamente. Cómo hacer una doble limpieza facial al estilo coreano
Hidratación profunda
Debido a la exposición a factores externos irritantes (sal, cloro, sol, etc.) es fundamental hidratar a diario y de manera profunda para evitar arrugas, reforzar la barrera cutánea y tener una piel luminosa y nutrida. Es importante elegir las cremas faciales hidratantes adecuadas a tu tipo de piel.
Beber mucha agua
Igual de importante es hidratar por fuera que por dentro. Beber muchos líquidos mejora la elasticidad de la piel y ayuda a la eliminación de toxinas.
Seguir una dieta variada y equilibrada
Comer adecuadamente y aportar todos los nutrientes y vitaminas que nuestro organismo necesita permite una piel fuerte y resistente a los factores externos que la debilitan. Una mala alimentación, mal descanso y vida sedentaria fomenta las ojeras, bolsas e hinchazón y una piel debilitada y envejecida.
Tratamientos despigmentantes
Si, aunque te hayas puesto protección solar, han aparecido algunas manchas, el otoño es el momento ideal para retomar tu tratamiento despigmentante, ya que la potencia de la radiación solar es menor.
¿Cuál es la rutina que nunca falla tras el verano?