Las quemaduras solares pueden ser algo habitual si no llevas cuidado y tomas las medidas adecuadas. Quemarse con el sol es perjudicial para tu piel a corto y largo plazo. Descubre cómo prevenir y tratar las quemaduras producidas por el sol.
La prevención es la clave: cómo evitar las quemaduras
Aplicarse protección solar adecuada a tu tipo de piel es fundamental para evitar las quemaduras. Es muy importante reaplicar la protección solar al menos cada dos horas para asegurar la protección de la piel.
Si tienes la piel muy blanca o sensible al sol, tomar vitaminas solares ayudará a preparar tu piel y ofrecer una barrera extra.
Cómo tratar las quemaduras solares
Te has quemado ¿Ahora qué? Ojo a los siguientes consejos para recuperar el estado de tu piel lo antes posible y reducir las molestias.
- Hidratación: aplicar cremas hidratantes con efecto calmante para restaurar la hidratación en la piel quemada. Los after sun son cremas que ofrecen una potente hidratación y están especialmente indicadas para estos trastornos.
- Beber mucha agua para recuperar la hidratación cutánea y acelerar la recuperación.
- Refrescar la piel con compresas de agua fría tantas veces como se quiera durante todo el día. Se puede hacer una infusión de manzanilla, enfriar con hielos y aplicar compresas sobre la piel (contiene propiedades calmantes, astringentes y antibacterianas).
- Evitar agentes irritantes como exfoliantes, arena, alcohol, etc. que puedan empeorar o irritar aún más la piel quemada.
- Evitar la exposición al sol para no agravar las quemaduras.
- Cuando empiece la descamación, no tirar de la piel y evitar rascarse o rozarse.
Cómo saber si te has quemado con el sol
El primer indicativo de que te has quemado, es el enrojecimiento de la piel, la sensación de calor e hinchazón y la posibilidad de que salgan ampollas. Tras pasar unas horas es posible que notes sensación de picor y la piel tirante o sensible.
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